Nuestro objetivo es analizar la evolución del trabajo doméstico remunerado en las primeras décadas de la República, tomando como base los datos de los Censos de 1876 y 1940, así como estimaciones de otros autores y propias sobre la estructura del empleo y los ingresos de esta fuerza laboral. En este periodo la mayor parte de los trabajadores domésticos eran mujeres y varones pobres, indígenas y afroperuanos. Nuestra percepción es que las estructuras jerárquicas que sustentaron el trabajo doméstico como una relación servil durante el siglo XIX, se mantuvieron hasta mediados del siglo XX no solamente por el racismo existente, sino también debido a la falta de alternativas laborales remuneradas para las mujeres pobres, y de etnicidad nativa o afroperuana. Durante el periodo analizado se da un cambio en la composición por etnicidad y por sexo de los trabajadores domésticos. Si bien se da un intento de sustituir a trabajadoras afroperuanas por europeas, este intento fracasa y se sustituyen por trabajadoras nativas y mestizas pobres. La relación servil continúa hasta mediados del siglo XX.
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