Nuestro Profesor Emérito Adolfo Figueroa es uno de nuestras Sedes PUCP en la economía peruana gracias a su destacada labor como docente e investigador peruano, y la diversidad de sus producciones científico-académicas que ha trabajado durante los últimos 50 años.
Sin duda alguna, cada una de las temáticas que el Prof. Figueroa ha desarrollado a lo largo de estos años, han servido de reflexión e inspiración para muchos de los estudiantes de pregrado y posgrado que hoy en día citan varios de sus escritos académicos, específicamente, de libros y artículos que abordan temas como: desarrollo económico, desigualdad, economía campesina, desarrollo agrícola y rural y mercados laborales.
Con esa misma admiración al trabajo de nuestro Profesor Emérito, fue que el Departamento de Economía de la PUCP produjo el libro “Teoría económica y desarrollo social: exclusión, desigualdad y democracia. Homenaje a Adolfo Figueroa” editado por el Profesor Félix Jiménez en el 2010, el cual reúne varias citas de sus contribuciones según sus alumnos y colegas.
[…]. Uno de los mayores aportes que ha tenido Adolfo ha sido sembrar, motivar, encauzar un sinnúmero de profesionales economistas, muchos de ellos reconocidos y exitosos en el ámbito nacional e internacional, a estudiar la realidad peruana para entenderla, explicarla y, por qué no, cambiarla. Formar capital humano es tal vez la contribución más importante que Adolfo Figueroa me ha podido brindar, como profesor y como académico. (Rodríguez, 2008, p.373)
[…] agradecerle por haber levantado una plataforma de conocimiento en las Ciencias Sociales que nos permite avanzar con más y mejores argumentos en la tarea de luchar contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social en nuestro país. (Glave, 2008, p.374)
Para el Dr. Figueroa, darle un explicación científica a los problemas económicos tales como se presentan en nuestro país y el Tercer Mundo fue en efecto su mayor aporte en el mundo académico de la economía peruana.
En ese sentido, él considera cuán importante fue la PUCP en su formación académica y profesional. “El desarrollo de la ciencia no es una tarea individual sino colectiva. El ambiente académico de la PUCP fue el ideal”, señala.